Mirando zapatos, comprendí una cosa una cosa muy fea
Todos son unos egoístas.
Solo piensan como verse bien ¿pero no les importa si eso
depende del sufrimiento de otros no?
Y repiten: ¡me veo bien!
egoístas, egoístas por doquier! ¡Que mundo mas feo y triste! repito yo unas mil veces al día. Pero no me queda otra que vivir aquí.
egoístas, egoístas por doquier! ¡Que mundo mas feo y triste! repito yo unas mil veces al día. Pero no me queda otra que vivir aquí.
Los anunakis no quieren llevarme con ellos, creen que
destruiré su dimensión ¡malditos egoístas también!
Y entonces reflexione y pensé y reflexione y quede en
iniciar una nueva dimensión.
Me compre mucho acido para subsistir con el, por el resto de
mi vida. claro que costo, pero nada que se arregle con un par de meses
trabajando para algún otro egoísta, eso lo soluciona todo.
¡Y lo cree!
Estoy muy muy feliz aquí, todo es como yo quiero.
Días de calor, días de furia, días de lagrimas, días de
risas, lo encuentro todo aquí, ¡hasta chocolates veganos!
¡Que linda dimensión me forme yo! Orgulloso estaría mi padre
si existiera y supiera su nombre.
¡Un momento! Quizás exista, quizás, pero seguro que es algún
otro egoísta con zapatos de cuero.
1 comentario:
Hola. Realmente estos cuentos son sorprendentes. Este pese a lo breve expresa el sentimiento de rechazo al egoísmo en el cual está inmerso el mundo y la forma en q deben aislarse los seres realmente sensibles por no tener cabida o quizás "no querer" cabida en la vida de rutina, egoismo e indiferencia, creado por los "seres humanos normales". Es para re leer varias veces e interpretar nuevos mensajes en cada nueva vez que se transitan sus letras.
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